El estudio se detuvo en el llamado, en la comida, en la ansiedad, y en la verdad...

aparece la que se presenta cuando nadie la ve, la mirada triste, la cabeza confundida, aparece el llanto que se oculta con el sol y renace con la luna...

Los recuerdos no tienen nada que esconder por que se vuelven tangibles, nada que permita disimular... pero escuchas una voz y la máscara vuelve a ti, es tan fácil volver a ese personaje, que ya se está confundiendo con quién eres, tu propia mente transita por los dos y no sabe cuando es o no real

el futuro, planes, proyectos, dinero, notas y la rutina, la maldita rutina que no te deja...